El objetivo más importante que impulsó al Gobernador César López de Lara
a comprar la hacienda de Tamatán, fue para establecer en ella una Escuela de Agricultura, y tener un lugar donde recibieran educación solamente los hijos de campesinos. En esta tarea se contaba con el apoyo del Director de Educación Pública del Estado, su amigo, el Profesor Alfonso Herrera, procedente de la ciudad de México.
José Vasconcelos, quien impulsara la educación en todos los rincones del territorio nacional y propulsor del principio que dice:
“La tierra es la fuente suprema del bienestar económico y moral, de la que surgirá la Nueva Educación en que se nutrirán las masas, especialmente la Clase Campesina”.
Tamatán reunía las condiciones excelentes para fundar esta Institución: cercanía a la ciudad, dotación de agua y variedad de terrenos. Contaba con 24 horas de regadura, para 180 hectáreas tomadas los lunes de cada mes, para irrigar parcelas, huertas y terrenos que tenía en la ciudad.
Para iniciar las actividades educativas, se necesitaron hacer reparaciones, solicitando al H. Congreso del Estado la cantidad de $37,000.00 mil pesos para las composturas indispensables e iniciar las clases. Escuela que sería única en su tipo en el Estado.
